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La implantación humana es un proceso muy complejo y multifactorial. La implantación exitosa requiere la presencia de un embrión sano, un endometrio receptivo y un diálogo molecular sincronizado entre los dos, así como tolerancia/protección inmune del huésped.
El conocimiento global de la receptividad endometrial ha aumentado en los últimos años. Las mejoras en genética, nuevos biomarcadores, métodos no invasivos, nuevas técnicas avanzadas (ensayo de receptividad endometrial – sistema ERA, análisis proteómico) ofrecen la posibilidad de evaluar el estado endometrial y tratar a pacientes con problemas de infertilidad, especialmente mujeres sometidas a tratamientos de reproducción asistida.
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