El pescado es una fuente importante de energía, proteínas, vitaminas, minerales y ácidos grasos poliinsaturados de cadena larga n-3 (LC-PUFA n-3). Los LC-PUFA n-3 más importantes son el ácido eicosapentaenoico (EPA) y el ácido docosahexaenoico (DHA).
Estos LC-PUFA n-3 son compuestos clave de las membranas celulares y desempeñan un papel fundamental en la salud humana desde la concepción hasta cada una de las etapas del desarrollo y maduración.
El DHA tiene un papel importante en el desarrollo del cerebro y la retina durante el desarrollo fetal y los 2 primeros años de vida e influye positivamente en el neurodesarrollo, principalmente en la agudeza visual y las funciones cognitivas.
Por el contrario, también existe evidencia de los posibles riesgos asociados con el consumo de pescado, como la presencia de contaminantes químicos como metales pesados y compuestos orgánicos. Además, se profundiza en los casos de exposición al metilmercurio durante el embarazo y los posibles efectos adversos en el neurodesarrollo de los niños.
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