Está bien establecido que los estrógenos sin oposición ya sean endógenos o terapéuticos, pueden inducir hiperplasia endometrial y potencialmente cáncer de endometrio. Los ciclos anovulatorios, la obesidad y la resistencia a la insulina son factores de riesgo importantes para el cáncer de endometrio.
Durante la terapia hormonal en la menopausia, los progestágenos protegen el endometrio contra los efectos proliferativos de los estrógenos en mujeres con útero. Los datos epidemiológicos recientes sugieren que la progesterona micronizada (MP) es aparentemente más segura para la mama. Además, varios estudios de biopsias durante el tratamiento con MP no muestran ningún mayor riesgo de hiperplasia.
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