La prevalencia del VPH en el embarazo varía del 5.5% al 65% según la edad, la geografía y la edad gestacional (aumentando con la edad gestacional). La infección durante el embarazo se ha asociado con resultados adversos como aborto espontáneo, parto pretérmino, anomalías placentarias y restricción del crecimiento fetal.
Además, la infección con genotipos oncogénicos del VPH se ha asociado al desarrollo de cáncer cervicouterino durante el embarazo. También, la transmisión vertical al feto/recién nacido puede causar infecciones neonatales, especialmente papilomatosis respiratoria recurrente de inicio juvenil. Incluso, cuando hay lesiones muy grandes en la vulva, el parto puede obstruirse.
El diagnóstico del VPH en el embarazo se realiza principalmente mediante PCR o por el aspecto clínico de las lesiones características en la vulva.
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